REFLEXIÒN

 “El aula pequeña”

En ocasiones como docentes o encargados de impartir, organizar o dirigir la educación de ciertos grupos, nos avocamos a darle importancia a lo que verdaderamente no lo tiene o a menospreciar algo que podría mejorar. Al igual que el ejemplo de la lectura, existen cosas dentro de nuestros ambientes de aprendizaje que no tomamos en cuenta o que no pensamos que puede mejorar y servir de apoyo para el incremento del aprendizaje dentro de nuestros grupos. Puede hablarse si del espacio físico, pero esto puede ir mas allá, puede hablarse también de las dinámicas de grupo, de los pequeños detalles que cuando les ponemos verdaderamente atención, pueden incluso llegar a transformar aquello que creemos que es deficiente o en lo que encontramos ciertos problemas. El aula demasiado pequeña tal vez estuvo así por mucho tiempo, sin que alguien se diera cuenta que aquel espacio utilizado en cosas no tan importantes podría ser utilizado en algo productivo, pero ciertamente ¿como se llegó a esta conclusión?, esencialmente porque la directora se atrevió a ver todo desde la perspectiva de los niños, de los alumnos lo que nos lleva a pensar también que si tratamos o juzgamos algo desde arriba será difícil encontrar la verdadera solución, a diferencia de ponernos o agacharnos para poder apreciar todo desde la perspectiva de los actores principales del proceso, que en esta ocasión vienen a ser los alumnos.